Ensalada de cuentos
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Los colegas
En el Colegio “Tutifruty” había dos pandas de amigos: “las pizzas” y “las hamburguesas”.
En la panda de “las pizzas” estaban Caperucita Roja, los siete cabritillos, Blancanieves, Pulgarcito, la Bella, la Bestia, Hansel y Gretel.
En la panda de “las hamburguesas” estaban los tres cerditos, los siete enanitos, el lobo, la Cenicienta, la Bella Durmiente, Heidi, Aladino y Ariel.
Los dos grupos siempre estaban peleando por saber quién era el mejor y entonces decidieron competir para ver quién hacía el pastel más rico.
Los del equipo de “las pizzas” hicieron una tarta de cinco pisos de bizcocho, lacasitos y chocolate.
Los del equipo de “las hamburguesas” hicieron una tarta de seis pisos, uno de cada sabor (fresa, chocolate, nata, vainilla, crema y manzana) y un glaseado por encima en el que ponía su nombre.
El juez dijo que habían ganado “las hamburguesas” , pero decidieron repartir su premio con “las pizzas”.
Elena Pérez 4º Primaria
Un día un poco ajetreado
Un día fui al palacio del rey. Allí me encontré a Cenicienta bailando con el príncipe. Cenicienta iba allí todas las noches a bailar y, todas las noches, al bajar se le caía el zapato.
El lobo feroz, que ya se sabía la historia, iba allí todos los días a quitarle el zapato cuando salía corriendo. Tenía ya una colección de zapatos en su casa. Pero, esa noche, otro personaje tuvo la misma idea; una malvada bruja, la bruja Blancanieves.
Cuando Cenicienta bajó las escaleras y salió corriendo… ¡zas! La bruja y el lobo feroz saltaron por el zapato.
-¿Qué haces aquí?, bruja arrugada, -gritó el lobo.
-Y, ¿tú? ¡Eres un simple lobo rechoncho, -exclamó la bruja.
-¿Por qué quieres el zapato?, -dijo el lobo.
-Para que te enteres, llevo estos zapatos desde hace 82 años y ya no aguanto más con ellos, -se enfadó la bruja.
Se pusieron a gritar y, de repente, vinieron todos los personajes de aquel barrio. Caperucita, Blancanieves, los enanitos… Todos empezaron a pelearse y a insultarse, hasta que apareció Cenicienta.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué os peleáis de esa forma?, -dijo extrañada.
Todos se pusieron a hablar a la vez y no se entendía nada.
-¡Uno solo!, -gritó Cenicienta.
-¡Yo!, -exclamó enigmáticamente el lobo-. Lo que ha pasado es que la bruja y yo hemos saltado a la vez para coger… para coger… tu… zapatito y…
-¡Yo me llevaré el zapato!, -aclaró Cenicienta.
Y todos se quedaron con un palmo de narices.
Violeta 4º Primaria
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