Una mujer excepcional
NOMBRE: IRENA SENDLER
NACIONALIDAD: POLACA
FECHA DE NACIMIENTO: 15/2/1910
FECHA DE FALLECIMIENTO:
12/5/2008
Es conocida como “El Ángel
del Gueto de Varsovia”, fue una trabajadora social que durante la Segunda
Guerra Mundial ayudó y salvó a más de 2500 niños judíos, prácticamente
condenados a ser víctimas del Holocausto, arriesgando su propia vida. Su
proyecto consistía en sacarlos del gueto en ambulancias, escondidos en sacos de
patatas, en cajones de herramientas …, cambiarles el nombre y buscarles cobijo
en familias, conventos, orfanatos. Pensando en el futuro, Irena fue anotando el
nombre verdadero de cada uno junto al nombre falso y el lugar donde
conseguía acomodarlos . Finalmente fue
detenida y encarcelada por la Gestapo pero un soldado la dejó escapar. Al final
de la guerra intentó reunirlos con los suyos
pero la mayoría habían perdido a sus padres y se quedaron a vivir con
sus familias de adopción. Fue candidata al Premio Nobel de la Paz en 2007, aunque finalmente no resultó elegida
supuso el reconocimiento internacional a su labor.
Ana Victoria, Juan Esteban, Alba y Natalia
6º B
Un mundo sin… Imaginación
Un día que me apetecía viajar por el universo, me
puse mi traje de astronauta, pedí prestada una nave y
despegué.
Tras varias horas de viaje, en otro mundo me
encontré.
Aquel mundo era un tanto raro porque todo era un
único continente y si no recuerdo mal se llamaba “PLANIMASTIC”; así que como soy muy curiosa
fui a investigar.
Cuando llegué a tierra observé que había un vacío
inmenso, personas con caras largas, sin nada, dando vueltas a una misma planta…
y pensé que allí faltaba algo, faltaba IMAGINACIÓN.
Todo el mundo me miraba, creían que era un bicho raro
y como hacían con las plantas, se pusieron a dar vueltas a mi alrededor.
Yo pensaba: “¡claro! aquí nadie tiene imaginación así
que no puede haber ni televisión, ni aviones, ni coches… porque sus inventores
usaron un poco de ella para crear sus inventos”.
Sus pequeñas
mentes solo vivían para: comer, andar, dormir y… de cuando en cuando, dar
vueltas a una planta.
Tras varios días de estudio en el planeta, vi que
vivían tranquilos y que alababan a un ser extraño. No era ni humano ni animal,
flotaba en el aire; parecía una nube de color anaranjado.
Cuando descubrí su casa al lado del árbol del Olvido
me asombré al comprobar que en su casa tenía tecnologías como las de nuestro planeta;
que era muy listo, pero por alguna razón no quería que sus súbditos supieran
tanto como él.
Conmigo fue amable y no se sorprendió al verme, pero
me aconsejó que me fuera pronto para no perder la imaginación como todas las
personas del planeta.
Medité sobre sus palabras y comprendí que yo no podía
hacer nada sin romper el ciclo de vida de aquel mundo y no me gustaba la idea,
así que regresé a casa con una extraña sensación… como si todo hubiese sido un
sueño largo, profundo y desorbitado.